Las sartenes son fundamentales en nuestras cocinas, por ello debemos cuidarlas y mantenerlas lo mejor que podamos para obtener buenos resultados. No hay cosa que nos dé más rabia que ver cómo se nos engancha un guiso o una tortilla.
Las sartenes antiadherentes son muy prácticas para cocciones a fuego bajo-medio, si las sometemos a altas temperaturas, sobre todo en cocinas de inducción, la capa antiadherente a medio plazo se deteriorará. Para prolongar el buen estado de nuestro menaje debemos evitar malos usos para no dañar la capa antiadherente.
NUNCA debemos utilizar utensilios metálicos, el antiadherente se puede rayar. Es mejor utilizar espátulas, cucharas y pinzas de silicona o madera.
NUNCA la pasaremos bajo el chorro de agua mientras todavía esté caliente, además de dañar el antiadherente, se puede deformar la base de la sartén y ya no nos repartirá el calor uniformemente.
NO las apiles una dentro de la otra sin ninguna protección, puedes poner un papel de cocina, un trapo de algodón o un paño de fieltro.
NO debemos calentar la sartén vacía, sin ningún líquido en el interior.
Para lavarla utilizar siempre una esponja suave con agua jabonosa y tibia. Y aunque es muy cómodo introducirla en el lavavajillas, recuerda que dentro se puede rayar.
Si se ha quemado comida en el interior, vierte agua y un poquito de jabón en la sartén y dejaremos hervir durante 5 minutos, el agua irá eliminando los restos sin necesidad de frotar.
Empezaremos a cuidarla desde su primer uso, para ello se recomienda lavarlas con agua jabonosa, secarlas y dar una capa ligera de aceite para proteger el antiadherente.
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino