Todos alguna vez hacemos patatas fritas en casa, parece sencillo pero cuántas veces no quedan demasiado blandas, descoloridas o con mucha grasa en su interior y lo que más nos gusta es que nos queden tiernas en su interior y crujientes por fuera.
Primero debemos saber que las mejores patatas para frituras son las de tipo céreas que contienen poco almidón y tras la cocción quedan firmes y jugosas, son las patatas nuevas y la de piel roja.
Es importante echar la sal al final de la cocción, ya que si lo hacemos antes se ablandarán.
Pelamos las patatas, cortamos a bastones de tamaño similar de 1 cm de grosor aproximadamente (o daditos, a vuestra elección) y las dejamos unos 30 minutos en agua fría para que suelten el almidón, lavamos, escurrimos y secamos muy bien con un trapo de cocina.
Para freír las patatas en sartén es mejor poner abundante aceite de oliva, deben cubrir las patatas para que la cocción sea uniforme.
Si tenemos que hacer muchas es mejor hacerlas en varias tandas, si las hacemos todas a la vez, bajará la temperatura del aceite y no conseguiremos ese toque crujiente, además al no tener espacio entre si la cocción no será uniforme.
Para freír las patatas en sartén es mejor poner abundante aceite de oliva, deben cubrir las patatas para que la cocción sea uniforme.
Si tenemos que hacer muchas es mejor hacerlas en varias tandas, si las hacemos todas a la vez, bajará la temperatura del aceite y no conseguiremos ese toque crujiente, además al no tener espacio entre si la cocción no será uniforme.
Si hacemos las patatas a fuego muy fuerte y en poco tiempo, a simple vista conseguimos una corteza crujiente, pero la propia humedad de la patata las ablandarán.
Si el aceite esta frío la patata se empapará de aceite.
Debemos darles una primera cocción con fuego moderado, entre 120º/150º, durante unos 7 o 10 minutos dependiendo del grosor de la patata, de esta forma ayudaremos a que el almidón se disuelva y se forme una corteza resistente en el exterior.
Retiramos las patatas y reservamos.
Subimos el fuego entre 170º/180º, cuando alcance la temperatura deseada volvemos a introducir las patatas durante dos minutos para dorarlas y darle el crujiente deseado.
Las patatas tardan en enfriarse un poco, por lo que recomendamos dejarlas unos minutos sobre un papel de cocina absorbente para que absorba el exceso de grasa y en ese momento condimentarlas al gusto con sal.
Si el aceite esta frío la patata se empapará de aceite.
Debemos darles una primera cocción con fuego moderado, entre 120º/150º, durante unos 7 o 10 minutos dependiendo del grosor de la patata, de esta forma ayudaremos a que el almidón se disuelva y se forme una corteza resistente en el exterior.
Retiramos las patatas y reservamos.
Subimos el fuego entre 170º/180º, cuando alcance la temperatura deseada volvemos a introducir las patatas durante dos minutos para dorarlas y darle el crujiente deseado.
Las patatas tardan en enfriarse un poco, por lo que recomendamos dejarlas unos minutos sobre un papel de cocina absorbente para que absorba el exceso de grasa y en ese momento condimentarlas al gusto con sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que la entrada de hoy te haya gustado. Si tienes alguna duda o quieres comentar...no dudes que leemos y contestamos todos los mensajes.
Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino