Las navajas tienen una concha alargada de aproximadamente unos 15 cm y ligeramente curvada, de ahí su nombre.
Cuando compremos navajas nos aseguraremos que estén frescas y debemos consumirlas en breve, ya que sus valvas no cierran herméticamente, por lo que enseguida pierden el agua y se deshidratan con rapidez fuera del agua.
Antes de cocinar las navajas debemos limpiarlas para que eliminen los restos de arena que puedan contener, en Galicia a este proceso le llaman desbabar.
Para ello ataremos las navajas con un cordel en forma de manojo y las introduciremos verticalmente en un recipiente alto con agua fría y sal marina. De esta forma la arena se depositará en el fondo del recipiente, las dejaremos durante 2 horas, transcurrido el tiempo las lavaremos debajo del grifo.
Secamos las navajas con la ayuda de un paño de cocina y ya las tenemos listas para cocinar.
Podemos cocinar las navajas al vapor o a la plancha.
Si las queremos al vapor pondremos en una cazuela baja 1 vaso de agua fría junto con las navajas, cuando las valvas se abran ya podemos apagar el fuego y servirlas sazonadas con unas escamas de sal gorda o un chorrito de limón.
Para prepararlas a la plancha, preparemos una vinagreta con aceite de oliva virgen extra, unos ajos, unas hojas de perejil y sal, lo trituraremos bien con la batidora y reservamos.
Ponemos una plancha a calentar a fuego fuerte, cubrimos con sal gorda y un hilo de aceite de oliva virgen extra, ponemos encima las navajas y tan pronto se abran las dejamos durante un par de minutos y retiramos, si las dejamos mucho tiempo se vuelven chiclosas y duras.
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino