Quién no conoce la mozzarella? un queso de origen italiano de pasta blanca, con una textura elástica de sabor dulce y suave.
En el mercado podemos encontrar mozzarella elaborada con leche de vaca u oveja, pero la de leche de búfala es la más tradicional en la gastronomía italiana.
Las elaboradas con leche de vaca son más ricas en proteínas, contienen menor grasa que las elaboradas con leche de búfala, pero quizás es importante remarcar que éstas últimas tienen menor concentración de grasas saturadas, las responsables de aumentar el colesterol malo y en cambio sus niveles de grasas insaturadas, las que ayudan a subir el colesterol bueno, son más elevadas en cuánto a las de la leche de vaca.
Una de las más importantes es la mozzarella campana de búfala con Denominación de Origen Protegida.
Las más consumidas son las frescas que vienen en bolsas con suero lácteo para mantenerlas frescas y jugosas.
Se recomienda consumirla cruda al natural en: ensaladas, acompañada con tomates, también podemos fundirla en pizzas o bocadillos.
Para cortar la mozzarella lo mejor es romperla con los dedos en trozos pequeños (de bocado), ya que el grano que hay en su interior quedan mejor repartido. También podemos cortarla en rodajas.
Sugerencias de recetas con mozzarella fresca:
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino