Calabaza al horno

En otras entradas os hemos hablado de las características y tipos de calabaza, de cómo cortarla y hoy queremos enseñaros como asarla en el horno.

Su sabor es inconfundible, el azúcar de la calabaza carameliza y queda mucho más dulce pudiéndola utilizar tanto para recetas dulces como saladas. Es mejor hacerlo con piel mantendrá mejor la jugosidad. Luego una vez asada la dejamos enfriar un poco y podemos retirar la piel con facilidad.

Cómo asar la calabaza:

Precalentamos el horno a 200º (180 si es de aire)

Lavamos bien la calabaza.

Secamos y cortamos los extremos con cuidado con la ayuda de un cuchillo afilado, luego por la mitad. 

Depositamos la calabaza en la bandeja apta para horno.

Asamos la calabaza a 200º durante 50/60 minutos, o hasta que esté tierna, dependerá del tamaño de la calabaza y la potencia de vuestro horno.

Dejamos enfriar hasta que podamos manipularla sin quemarnos, con la ayuda de una cuchara retiramos la pulpa y ya la tendremos lista para hacer purés.

Nota: si queremos la calabaza como guarnición la cortaremos y retiraremos la piel previamente antes de hornearla y bajaremos el tiempo de cocción. Podemos comprobar cuando está hecha introduciendo un cuchillo, debe estar tierna.

Si es para preparaciones saladas, antes de introducirla en el horno rociaremos con un hilo de aceite de oliva virgen extra y salpimentaremos a gusto. Pero si vais a hornear calabaza para congelar, mejor que no la condimentéis, así después le podréis dar uso dulce o salado según la receta que queráis hacer.

Sugerencias de recetas con calabaza asada: