Elegiremos la fruta que nos guste (mango, melocotón, ciruelas, fresas, frambuesas...), las lavaremos y/o pelaremos y las trituraremos.
Para 500 gramos de fruta añadimos 3 cucharadas de miel y removemos. También podemos hacer un almíbar de agua y azúcar a partes iguales (por ejemplo, 2 cucharadas de agua con dos cucharadas de azúcar), ponerlo a calentar en un cazo y remover hasta que el azúcar esté bien disuelto. Después lo podremos agregar a nuestro puré de frutas. Os aconsejamos que lo añadáis poco a poco y vayáis probando hasta alcanzar el dulzor que queréis.
Esta mezcla la pondremos en una bandeja grande forrada con papel de cocina. Lo que queremos es tener una capa fina que se congele rápidamente, unas 6 horas suelen ser suficientes.
Romperemos a trozos la mezcla helada (se puede trocear con las manos, no está helado) y la trituraremos, con pocas pulsaciones cada vez, hasta que tenga la consistencia adecuada. Servir inmediatamente.
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino