El horno es muy agradable para cocinar, pero no tanto para mantenerlo limpio, quizás estaréis de acuerdo que es una de las tareas más pesadas de la cocina.
En el mercado podemos encontrar productos para limpiarlos (algunos muy abrasivos y tóxicos), y los hornos actuales llevan el sistema pirólisis. Pero este sistema no podemos utilizarlo cada vez que cocinamos con el horno o nuestro recibo de la luz será de infarto...
Por eso hoy queremos compartir un truco sencillo y que no requiere esfuerzo para limpiar ya que lo dejaremos actuar por la noche y a la mañana siguiente tendremos el horno limpio y preparado para volverlo a utilizar.
Para limpiarlo usaremos siempre una esponja o una bayeta para no rallar la superficie.
Retiraremos los restos de alimentos que puedan encontrarse en el interior. Si se puede, retirar los soportes laterales.
Aprovecharemos el día que hemos utilizado el horno, ya que éste debe estar caliente. En una bandeja repartiremos 2 cucharadas de bicarbonato de soda y la llenaremos con agua caliente. Dejaremos toda la noche y a la mañana siguiente podremos limpiar fácilmente, retirando primero el agua sucia.
En la última foto podéis observar cómo los restos en la parte izquierda de la bandeja se eliminan fácilmente. De la misma manera limpiaremos las paredes y la puerta del horno.
Sugerencias de recetas para preparar con horno:
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino