El ajo negro es un producto de interés culinario con interesantes propiedades nutricionales, que en los últimos años se ha convertido en un producto gourmet.
Son ajos blancos sometidos a un proceso de fermentación de natural, donde la temperatura y la humedad son controladas. Poco a poco, durante el proceso el ajo va obteniendo tonalidades oscuras hasta convertirse en un ajo negro.
A simple vista no se diferencia de una cabeza de ajos blanca, pero si la cortamos veremos que lo sdientes de ajos son negros y blandos. Su aroma es como el ajo blanco, pero es mucho más suave y tiene unos ligeros matices balsámicos que nos recuerda a la regaliz.
Al ser más digestivo no repite como el ajo blanco.
Al ser más digestivo no repite como el ajo blanco.
En los países asiáticos, especialmente en Corea y Thailandia, tiene una gran importancia, para ellos es un gran tesoro, ya que quien lo consume alarga la vida, por sus propiedades y por los antioxidantes que contiene el ajo negro.
En Japón lo utilizan como medicina tradicional, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, disminuye los riesgos cardiovasculares, reduce la hipertensión, ayuda a combatir la fatiga y es muy diurético.
En el año 2008 empezó a comercializarse en San Francisco, el consumo del black garlic poco a poco se ha extendido por todo el país.
Es un producto muy caro y son muchos los que han empezado a realizar pruebas para hacerlos ellos mismos. En España en Las Pedroñeras lo comercializa bajo el nombre de black allium.
Se puede consumir en crudo, por su textura blanda se puede untar perfectamente sobre una rebanada de pan tostada, para acompañar quesos.
Podemos prepararlo como un ajo blanco, en crudo como hemos dicho anteriormente, o cocido, al horno, en sofritos, para enriquecer caldos y sopas, combina muy bien con huevos y todo tipo de platillos que se os ocurra.
El ajo negro se puede congelar, para ello introduciremos los dientes de ajo en una bolsa con cierre hermético y así los tendremos siempre a punto para utilizarlos.
El ajo negro se puede congelar, para ello introduciremos los dientes de ajo en una bolsa con cierre hermético y así los tendremos siempre a punto para utilizarlos.
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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino