La "Panna cotta" es un postre italiano de Piamonte, que quiere decir nata cocida. La receta original lleva claras de huevo, que al cocerse en el horno cuajan dándole a la panna cotta la solidez necesaria para mantenerse firme al desmoldarla.
Pero como todas las recetas originales, el tiempo las ha ido transformando y hoy se hierve la nata y se le añade gelatina para cuajarla, obteniendo una textura más suave, como un flan pero con menos firmeza y se suele acompañar de coulis de frutas.
Se le puede añadir leche y restarle nata, para hacerla menos grasa y pesada, aromatizarla, añadirle zumos, café, infusiones e incluso hacer preparaciones saladas.
Pero como todas las recetas originales, el tiempo las ha ido transformando y hoy se hierve la nata y se le añade gelatina para cuajarla, obteniendo una textura más suave, como un flan pero con menos firmeza y se suele acompañar de coulis de frutas.
Se le puede añadir leche y restarle nata, para hacerla menos grasa y pesada, aromatizarla, añadirle zumos, café, infusiones e incluso hacer preparaciones saladas.
Ingredientes
para 4 personas
400 ml de nata 35% MG
120 gr de azúcar
1 vaina de vainilla
2 hojas de gelatina neutra
para la salsa de frutas (opción más conocida)
150 gr de frutos rojos
2 cucharadas de agua
2 cucharadas de azúcar
Preparación
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar con agua muy fría.
Abrimos la vaina de vainilla, tal y como os indicamos aquí y raspamos las semillas.
En un cazo ponemos la nata junto el azúcar y las semillas de vainilla. Llevamos a ebullición, a fuego suave, removiendo constantemente para que el azúcar se disuelva bien.
Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego, añadimos la gelatina escurrida, removemos bien hasta su completa disolución y vertemos la mezcla en los vasos donde vayamos a servir la panna cotta. Guardamos en el frigorífico un mínimo de 4 horas para que cuaje bien.
Preparamos la salsa de frutas
En un cazo ponemos la fruta, junto con el azúcar y el agua, dejamos durante 15 minutos que el azúcar se disuelva y las frutas queden tiernas. Dejamos enfriar completamente.
Antes de servir la panna cotta ponemos una cucharada encima de cada vaso.
Nota: Si se prefiere se pueden colar las semillas de vainilla antes de introducir la mezcla en los recipientes.
Me encanta esta entrada. Yo no soy mucho de postres de cuchara, pero a la panna cotta no puedo hacerle feos, eso de poder aromatizarla de tantas maneras, y que no haya muchos sabores "intrusos" es una pasada. Me lo tomo como una versión rápida y otoñal de los helados. Ahora mismo espío todas las cositas que habéis dejado :P
ResponderEliminarUn besito, chicas!!!