Limón

El cultivo del limón es muy antiguo, la invasión de los bárbaros en el siglo III, destruyó, hasta hacer desaparecer, las plantaciones de limones en Europa. Fue en el siglo XIII, que los árabes volvieron a plantar el limonero en España y se fue extendiendo.

Hoy se cultiva en regiones de clima templado, subtropicales y tropicales.

Las variedades más comercializadas de limones son:

• Eureka, variedad originaria de California, un fruto de tamaño medio, sin semillas y con gran cantidad de zumo, de acidez alta.
• Lisbon, es muy jugoso y su zumo es muy ácido. De piel rugosa. Es la variedad más productiva.
• Primofiori o Fino, su piel es fina y lisa. Contiene gran cantidad de jugo y una acidez delicada, pero con gran cantidad de semillas.
• Verna, de forma alargada y sus extremos terminan en punta. Con un nivel relativamente bajo en acidez y casi un contenido nulo en semillas. Es una de las variedades europeas mayormente cultivadas en Italia y en España.

¿Cómo elegir un limón? Lo podemos encontrar todo el año en nuestros mercados, elegiremos los de tamaño pesado, cáscara firme y brillante, si contiene manchas marrones, no afectan en su sabor y su calidad. Debemos descartar los limones blandos al tacto. Los podemos conservar varias semanas a temperatura ambiente. 

El limón ocupa una primera posición entre los frutos curativos, preventivos y de aporte vitamínico. Ayuda a eliminar toxinas y es un poderoso bactericida.

Tiene un gran contenido de agua, por lo que su valor calórico es muy bajo. Destaca su alto contenido en vitamina C, ácido cítrico y además es rico en potasio.

El limón es el cítrico más común en la cocina, no se consume como fruta, sino como zumo, aderezo para ensaladas, pescados, salsas, para la elaboración de postres, como pectina para la elaboración de mermeladas...

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