Con ingredientes básicos como harina, huevos y grasa, que puede ser aceite o mantequilla, junto con el azúcar, ya tenemos lo imprescindible para empezar. Luego se pueden añadir otros ingredientes como leche o yogur, frutas frescas o deshidratadas, chocolate, aromas, especies que darán el toque y el sabor final a nuestro bizcocho...
Es una elaboración básica que suele dar muy buenos resultados. Pero hay unas pautas que nos ayudaran a mejorar el resultado final.
Antes de empezar, revisaremos que tengamos todos los ingredientes para no llevarnos ninguna sorpresa en el ultimo momento.
Los ingredientes mejor que estén a temperatura ambiente, si la receta no indica lo contrario.
La mantequilla cuando está a temperatura ambiente, blanda y cremosa, es más fácil trabajarla para incorporarla al resto de ingredientes. Si se te ha olvidado sacar la mantequilla prueba esto.
Lo más importante en la preparación son los huevos: deben estar bien batidos, lo haremos con una batidora de varillas, no de hélice, así conseguiremos que entre más aire y el resultado final será una masa esponjosa y suave, además soportara mejor el peso del resto de ingredientes. Si te has olvidado de sacar los huevos del frigorífico prueba este truco.
La harina mejor utilizarla floja, de repostería y si la tamizamos obtenemos una harina mucho más fina, que nos va a permitir que entre más aire en la mezcla, así conseguiremos un resultado más esponjoso y suave. Además de separar cualquier impureza que pueda llevar.
La harina es mejor incorporarla con la ayuda de una espátula con movimientos suaves para no bajar el volumen de los huevos.
La levadura química (impulsor) o gasificante, lo añadiremos junto con la harina.
Moldes:
Siempre es mejor engrasarlos y enharinarlos previamente antes de verter la masa, nos ayudara a desmoldar el bizcocho. No se debe llenar el molde más de sus 2/3 partes.
Horno:
Antes de introducir la masa al horno, siempre pondremos el horno a precalentar a la temperatura indicada por la receta.
Aquí os dejamos una tabla de temperaturas según el tipo de horno. Recordar, no todos los hornos son iguales, nadie mejor que vosotros para conocer vuestro horno y saber qué temperaturas y tiempos aplicar a la cocción de un bizcocho.
El molde lo pondremos sobre la rejilla a media altura en el interior del horno, lo centraremos para permitir la circulación del aire.
No abrir nunca el horno, mientras el bizcocho esta subiendo, ya que la entrada de aire frío hace bajar la temperatura interior y esto provoca que el bizcocho deje de crecer y se hunda. Esta operación suele pasar durante los primeros 30 minutos. Una vez este doradito, antes de retirarlo del horno insertaremos un palillo en el centro del bizcocho: si sale limpio ya lo podemos retirar y si por el contrario aun salen restos de masa dejaremos hornear unos minutos más.
Cuando este cocido retiraremos del horno para que no se seque, esperamos a que baje un poco la temperatura (aprox. 5 minutos) y desmoldaremos, no debemos esperar a que este totalmente frío por que costara más desmoldar. Y también se nos podría humedecer el bizcocho por condensación, ya que no lo dejaríamos respirar adecuadamente.
Si queremos utilizar el bizcocho para preparar un pastel, un buen truco es darle la vuelta sobre la rejilla, así conseguiremos que la parte superior quede totalmente plana, ya que a veces sale más subido del centro.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Problemas que pueden surgir:
Sugerencias de recetas de bizcochos:
Horno:
Antes de introducir la masa al horno, siempre pondremos el horno a precalentar a la temperatura indicada por la receta.
Aquí os dejamos una tabla de temperaturas según el tipo de horno. Recordar, no todos los hornos son iguales, nadie mejor que vosotros para conocer vuestro horno y saber qué temperaturas y tiempos aplicar a la cocción de un bizcocho.
El molde lo pondremos sobre la rejilla a media altura en el interior del horno, lo centraremos para permitir la circulación del aire.
No abrir nunca el horno, mientras el bizcocho esta subiendo, ya que la entrada de aire frío hace bajar la temperatura interior y esto provoca que el bizcocho deje de crecer y se hunda. Esta operación suele pasar durante los primeros 30 minutos. Una vez este doradito, antes de retirarlo del horno insertaremos un palillo en el centro del bizcocho: si sale limpio ya lo podemos retirar y si por el contrario aun salen restos de masa dejaremos hornear unos minutos más.
Cuando este cocido retiraremos del horno para que no se seque, esperamos a que baje un poco la temperatura (aprox. 5 minutos) y desmoldaremos, no debemos esperar a que este totalmente frío por que costara más desmoldar. Y también se nos podría humedecer el bizcocho por condensación, ya que no lo dejaríamos respirar adecuadamente.
Si queremos utilizar el bizcocho para preparar un pastel, un buen truco es darle la vuelta sobre la rejilla, así conseguiremos que la parte superior quede totalmente plana, ya que a veces sale más subido del centro.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Problemas que pueden surgir:
- ¿Que ha pasado si el bizcocho ha subido más de los lados que del centro? Que el horno tenía poca temperatura.
- El bizcocho ha subido rápidamente y al sacarlo del horno se ha desplomado: es por que tenía la temperatura muy alta. Se ha tostado la superficie muy rápido y esa costra ha hecho que no se haya cocido bien el bizcocho en el interior.
- Si se nos ha quedado seco el bizcocho, podemos hacer un pequeño orificio en el centro y con la ayuda de una jeringuilla podemos añadir zumo de naranja o podemos envolverlo con film transparente para hacerlo sudar.
Sugerencias de recetas de bizcochos:
un post genial...aunq parezca mentira, es super importante saber hacer un bizcocho y estos truquillos vienen muy bien. un beso
ResponderEliminarEstupendos consejos, gracias Sonial. bss Ana de Acaramelada
ResponderEliminarmuchas gracias por este post, genial!
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