Harinas

Un imprescindible en nuestra despensa, la materia prima de muchas de las recetas que preparamos cada día, polvo obtenido de la molienda de un cereal, leguminosas o frutos, como castaña, o almendra...

La más conocida es la de trigo, pero el mercado nos ofrece una amplia gama de harinas para utilizar en nuestra cocina, para poder elaborar pan, masas, bizcochos, espesar salsas, rebozados...

Hoy os presentamos algunas de las variedades más comunes:

Harina de trigo: su principal caracteritica es el contenido del gluten, esta formado por dos proteínas básicas, las gluteninas, que aportan fuerza y tenacidad y las gliadinas, las encargadas de dar elasticidad. Al añadir agua, se crea una reacción que hace posible la formación de una masa consistente y resistente dando la forma deseada y podamos realizar una infinidad de alimentos.

Harina con levadura incorporada o (bizcochona): contiene entre 5 y 7 gramos de levadura por cada 100 gr de harina. Las encontramos para la elaboración de pan rápido y para bizcochos.

Harina integral: de color oscuro, es la que no ha tenido una molienda tan intensa y conserva parte del salvado.

Harina de garbanzos: es el resultado de la molienda de esta legumbre seca. Es muy popular en las cocinas árabe, judías e hindúes, ya que su uso es a diario: la mezclan con verduras, para elaborar las famosas Pakoras, una especie de buñuelos o la utilizan para rebozar. 

Harina de almendras: se obtiene de la molienda de almendras crudas y peladas. Se utiliza para  la elaboración de repostería, macarons, bizcochos, galletas...es uno de los ingredientes principales del mazapán.

Harina de pastelería o repostería: es harina de trigo, pero más blanca y más refinada. Es idonea para la elaboración de masas en bizcochos y panes dulces, galletas y dulces en general.

Harina multicereales: es una harina compuesta por varios tipos de cereales, con la que podemos elaborar panes.