Mandarinas


La mandarina proviene de las zonas tropicales de Asia, antes de llegar a Occidente ya era famosa en los mercados de la India por su aroma inconfundible. Su cultivo en Europa llegó en el siglo XIX. Los mayores productores de mandarina en la actualidad, son: Japón, Israel, Argelia y España, donde su producción se concentra en la Comunidad Valenciana.



Las mandarinas se dividen en cuatro grandes grupos:

  • Clementinas: de color naranja intenso, de forma esférica aplanadas y prácticamente sin semillas. Se pelan con mucha facilidad, separando su pulpa en gajos y de excelente sabor. 

Entre las Clementinas, podemos encontrar las siguientes variedades:

  • La clementina fina: fruto de extraordinaria calidad, de tamaño pequeño, su peso está entre 50 grs. o 70 grs. 
  • Oroval: de forma redondeada, su peso va entre los 70 grs. y los 90 grs. De piel granulosa y muy fácil de pelar.

  • Clemenules: son frutos grandes con un peso que va desde los 80 grs. a los 100 grs., con forma algo achatada. Son frutos muy fáciles de pelar y su pulpa es muy jugosa, carece prácticamente de semillas.

  • Otras variedades, son las Clemepols, Oronules y Esbal.

  • Clemenvillas: son mandarinas de tamaño grande, de corteza naranja-rojiza y con gran cantidad de zumo.

Híbridos: frutos de buen tamaño, con una piel muy adherida a la pulpa de color naranja rojizo, su pulpa contiene gran cantidad de zumo y abundantes azúcares. 

Entre las variedades de este grupo podemos encontrar:

  • Fortune: es una variedad que se cultiva en lugares con poco riego y con posibilidad de heladas. Se recolecta en febrero pero el fruto puede permanecer en el árbol hasta el mes de abril. Tienen un color naranja intenso y de corteza muy fina.

  • Ellendale: sus frutos son de gran tamaño, con una piel rugosa y fácil de pelar. Pierden zumo si no se recolectan pronto.

  • Ortanique: con forma ligeramente achatada de tamaño mediano-grande, tienen una piel ligeramente rugosa muy adherida a la pulpa.

Satsuma: originarias de Japón, tienen una piel gruesa y rugosa de color amarillo-naranja, o naranja asalmonado, de buen tamaño con forma achatada, tienden a hincharse cuando la corteza inicia el cambio de color. Son muy aromáticas, pero con menos sabor.

Dentro de este grupo podemos encontrar:

  • Okitsu: de gran sabor, toleran muy bien el transporte y el almacenamiento, se recolectan en septiembre.

  • Owari: de tamaño pequeño, con un color naranja claro, de forma aplanada y con gran cantidad de zumo.

  • Clausellina: fruto de baja calidad.

Si las mandarinas son jugosas deben ser pesadas, en el momento de adquirirlas cogeremos las de mayor peso respecto a su tamaño, son las que contienen mayor jugo. Las de mayor calidad son las de piel blanda pero no arrugada. Para saber si son de calidad no debemos orientarnos por el color, sino por su aroma, cuánto más dulce e intenso, más madura esta la fruta.

Una vez recolectada la mandarina se conserva muy bien a temperaturas entre 3º y 7ºC. 

La mandarina está mayormente compuesta de agua. Respecto a frutas de su mismo género, es la que aporta menor cantidad de azúcares. Contiene fibra, vitamina C, en menor cantidad que la naranja, también tienen un alto contenido en ácido fólico  y cítrico, el potasio y el magnesio destacan entre sus minerales y la provitamina A.

Las podemos consumir como fruta fresca, además de preparar recetas de repostería, sorbetes, helados, mermeladas y salsas...también podemos poner sus gajos en ensaladas.

Sugerencias de recetas con mandarinas:

Magdalenas de mandarina Flan de mandarinas con crema de mascarpone al limón Sorpresas de queso brie con canónigos y mandarinas Mermelada de calabaza con mandarina
Mandarinas caramelizadas con coulis de mandarina y canela Pollo relleno con salsa de mandarinas

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Neus y Sonia, el equipo de Pienso...luego cocino